Panamá es caluroso todo el año. A veces hace sol, otras veces llueve. De todas formas, siempre nos alegra encontrar un refrigerio frío y refrescante para equilibrar el calor. No hay nada más común en Panamá que el querido Raspado. O, si quieres decirlo como un local, ¡Raspa'o!
El raspado no es solo hielo raspado, es parte de la cultura. A las familias panameñas les encanta pasar un día libre juntas, paseando por un parque o por el barrio histórico. Ninguna tarde estaría completa sin una parada rápida para disfrutar de un raspado. Hecho de cristales de hielo delicados y esponjosos que se derriten cuando tocan la lengua, este sabroso manjar es un alivio instantáneo de un día caluroso y acogedor.
Se pueden encontrar vendedores ambulantes haciendo rodar sus carritos en áreas turísticas, así como en vecindarios locales. Sabes que están cerca cuando los escuchas tintinear su campana o tocar la bocina de una bicicleta. La forma en que evitan que sus grandes bloques de hielo se derritan rápidamente parece magia.
El raspador tiene una herramienta única hecha especialmente para raspar hielo. Raspa el gran bloque de hielo, de un lado a otro, hasta llenar una taza con hielo blanco y luego vierte la delicia. Como copos de nieve servidos en una taza, la delicia helada está cubierta con jarabes con sabor a frutas, rociados con leche condensada azucarada e incluso malta en polvo.
Los vendedores son conocidos por sus jarabes de frutas. Los mejores son los recién hechos con ingredientes de calidad. Algunos de mis favoritos incluyen maracuyá, piña y tamarindo. Los fabricantes de raspados son leyendas y los lugareños los buscan. También puedes encontrar personas que venden raspados con jarabes artificiales hechos en fábrica, pero, por supuesto, esos no son tan buenos.
La próxima vez que salgas a dar un paseo en familia por Panamá, recuerda disfrutar de un delicioso raspado, no solo para refrescarte, sino para experimentar la cultura.
Raspa'o – Shaved Ice
Panama is hot, all year round. Sometimes sunny, other times rainy. Regardless, we're always happy to find a cold refreshing treat to balance the heat. None is more ubiquitous to Panama than the beloved Raspado. Or, if you want to say it like a local, Raspa'o!
Raspado is not just shaved ice, it's a part of the culture. Panamanian families love to spend a day off together, strolling in a park or though the historic neighborhood. No afternoon would be complete without a quick stop to enjoy a raspado. Made of fluffy, delicate ice crystals that melt when they hit your tongue, the tasty treat is instant relief from a hot, sweltering day.
Street vendors can be found rolling their carts in tourist areas as well as local neighborhoods. You know they're near when you hear them jingling their bell, or honking a bicycle horn. How they keep their large blocks of ice from melting quickly seems like magic.
The raspado man has a unique tool made especially for shaving ice. He scrapes the big ice block, back and forth, until he loads a cup with snowy ice, and then he drizzles on the deliciousness. Like snowflakes served in a cup, the icy delicacy is topped with fruit flavored syrups, drizzled with sweetened condensed milk and even malt powder.
Vendors are known for their fruit syrups. The best ones are freshly made with quality ingredients. Some of my favorites include passionfruit, pineapple and tamarind. Those raspado makers are legends, and are sought after by locals. You can also find people selling raspado with factory made, artificial syrups, but of course, those aren't as good.
The next time you're taking a family stroll in Panama, remember to enjoy a delicious raspa'o, not only to cool down, but to experience the culture.